domingo, 3 de octubre de 2010

Pisto de calabacín.

Cuando llego a casa por las noches sólo puedo pensar en una cosa: cenar. Así que es muy importante tenerlo prácticamente preparado para no caer en la tentación de comerme media bolsa de patatas fritas. Así que aprovecho los domingos para hacer comida para la semana y, así, no tener que complicarme de lunes a viernes. El pisto es un plato que desde pequeña me ha gustado bastante y va perfecto para acompañar platos de carne o pescado y así comer sano.
Los ingredientes:
1 calabacín grande o 2 pequeños.
1 cebolla grande.
1 diente de ajo.
1 bote grande de tomate triturado.
1 pizca de sal.
1 pizca de azúcar.
1/2 cucharilla de pimentón dulce.
1 cucharada de perejil picado.
1/4 cucharilla de cayena molida.
Pimienta negra al gusto.
2 huevos.
Lo primero: Vamos a preparar la salsa de tomate. Para ello, pica la cebolla muy menuda y coge la mitad de la cantidad. Echa un chorro de aceite de oliva en una cazuela y pon la cebolla y el ajo a fuego bajo. Cuando esté blanda, échale la cayena, el pimentón, la cucharada de perejil, y la sal. Deja que se mezclen los sabores un par de minutos y echa el tomate triturado. Ahora echa el azúcar, remueve con una cuchara y déjalo cocer.
Después: lava el calabacín, córtalo en rodajas gruesas, y pícalo en taquitos de 2cm. En una sartén pon un poco de aceite de oliva y echa la otra media cebolla. Cuando esté blanda echa el calabacín. Salpimienta. Sofríelo todo junto hasta que el calabacín esté un poco blando. Ahora echa el contenido de la sartén en la cazuela, y revuélvelo. Déjalo cocer unos 25 minutos.
Final: Bate los dos huevos en un plato hondo y échalo sobre el pisto. Remueve con una cuchara para que se formen hilitos de huevo. ¡Apaga el fuego y ya tienes pisto para lo menos 4 raciones!

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